EMI compró este local situado en el londinense barrio de St. Wood en 1929, transformando el mismo en uno de los más importantes estudios de grabación. Para mí su valor no está en la posible calidad de sus servicios, sino en lo que puede significar para un artista el hecho de grabar sus discos en el mismo sitio donde lo hicieron grandes de la música como Pink Floyd, Radio Head, Manic Street Preachers, Blur y como no, Los Beatles, que reservaron un 90% de sus grabaciones precisamente a Abbey Road, dando además nombre a su último trabajo.
Que son míticos por tanto, es algo obvio, pero también lo es el hecho de que en la actualidad, un artista tan sólo con un ordenador puede grabar sus canciones, además hay multitud de estudios que ofrecen un servicio similar a un precio mucho menor, por lo que económicamente no les interesa su contratación.
De momento, siguen en venta, así que si estabais pensando en adquirir un estudio de grabación, esta es vuestra oportunidad.
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